Redescubriendo el barrio de la Milagrosa con la mirada de Jane Jacobs

El pasado sábado, 5 de Mayo, varias socias de la Agrupación tuvimos el placer de participar en EL PRIMER “PASEO DE JANE” en Pamplona, que se realizó por el barrio de la Milagrosa y fue organizado por el colectivo URBANAS.

La ciudad de Pamplona, se unía así, a una actividad que conmemoraba el cumpleaños de Jane Jacobs y que se llevó a cabo en más de 200 ciudades de todo el mundo. Los miles de Paseos de Jane (“Jane´s walk” en inglés) se convirtieron en una gran celebración mundial para apoyar un urbanismo centrado en las personas que habitan los barrios y ciudades.

 

Foto: Colectivo Urbanas

 

Ese día pudimos conocer más a fondo el barrio de la Milagrosa o Arrosadía (nombre en euskera que significa “lugar donde abundan las rosas”). Nos contaron que se denominó así este barrio por la cantidad de rosas que cubrían los campos de esta zona antes de que se creara el barrio en los años 50 como consecuencia de la emigración de un gran número de personas desde los pueblos a la ciudad.

Este barrio, además, es el barrio en el que está situada nuestra Agrupación. Y el Paseo de Jane nos ofrecía la oportunidad de redescubrirlo y de analizarlo bajo otra perspectiva y con otra mirada: la mirada de Jane Jacobs.

 

Foto: Belén Pomés

 

¿Pero quién es Jane Jacobs?. Pues fue una periodista que defendía un urbanismo centrado en las personas y que libró grandes batallas para paralizar actuaciones urbanísticas en Nueva York y otras ciudades de Estados Unidos en los años 60 y 70. Las autoridades de entonces, con la excusa de mejorar la vida de los habitantes de los barrios, arrasaban edificios enteros o proyectaban autopistas en medio de las ciudades, anteponiendo los vehículos o los intereses inmobiliarios a las personas.

Jane Jacobs creía que si no se actuaba pensando y teniendo en cuenta las opiniones de los habitantes, el resultado sería la muerte de las ciudades: ciudades inhumanas y con grandes problemas sociales.

Y ese espíritu de Jane fue el que estuvo presente en el paseo dirigido por el colectivo URBANAS (formado por arquitectas, urbanistas, biólogas, economistas, sociólogas y psicólogas) que nos guió por las calles del barrio de la Milagrosa para observar cómo era su urbanismo.

 

Foto: Ana Blanco

 

Nos hicieron reflexionar sobre si las plazas y calles que visitamos se habían diseñado realmente teniendo en cuenta a todos los ciudadanos y ciudadanas.

Si de verdad se había pensado en colectivos como:

  • Las mujeres. Nos explicaron algunas razones por las que las mujeres podían sentir inseguridad en las calles: iluminación nocturna insuficiente o ausencia de comercios en las calles, que proporcionan vigilancia y seguridad.
  • Los ancianos y personas enfermas, con muchas dificultades para transitar por calles con grandes pendientes para llegar hasta el centro de salud, por ejemplo. Nos explicaron también que necesitan que los bancos tengan apoya-brazos para ayudarse al sentarse y al levantarse.
  • Los niños. Nos fijamos si los juegos infantiles están situados en lugares al resguardo de la intemperie o si están cerca de carreteras.

El Colectivo URBANAS (Asociación participativa creada en Navarra en el año 1999), gracias a iniciativas como ésta, trabaja para fomentar un urbanismo con perspectiva de género que tenga en cuenta no sólo a las mujeres, sino a otros grupos de personas olvidados a la hora de diseñar las ciudades como ancianos, niños, inmigrantes, discapacitados, etc. Donde la accesibilidad y la sostenibilidad tienen una gran importancia.

Y defiende la importancia de la participación real de las personas que van a habitar esos espacios para crear lugares donde se sientan identificados y que satisfagan sus necesidades reales.

Urbanas confeccionaron el paseo por el barrio de la Milagrosa tras realizar un análisis exhaustivo de su diseño urbanístico y tras reunirse durante varios meses con asociaciones del barrio. Escuchar a los vecinos y vecinas es fundamental para ellas. Tanto, que durante el paseo no dudaron en detener las explicaciones y escuchar el relato de una vecina de la plaza de Santa Cecilia llamada Mari Paz (de 87 años) que nos contó cómo su marido consiguió que se plantaran muchos de los árboles del barrio en la época que estuvo trabajando de jardinero en el ayuntamiento.

Árboles, que recordaban el campo y la naturaleza que habían dejado atrás tantas personas.

 

Fotos: Belén Pomés

 

Y para acabar, me gustaría dar las gracias al colectivo URBANAS, por el gran trabajo que están realizando para conseguir que nuestras ciudades sean cada vez más humanas.

 

Foto de portada: Belén Pomés.

En primer plano, una de las integrantes del colectivo Urbanas (con su paraguas violeta) realizando explicaciones durante el paseo.